Artículo publicado por Jennifer Chu el 11 de febrero de 2016 en MIT News
La señal de LIGO revela la primera observación de dos agujeros negros masivos colisionando, demostrando que Einstein acertó en su predicción.
Hace hoy casi 100 años, Albert Einstein predijo la existencia de las ondas gravitatorias — ondulaciones en el tejido del espacio-tiempo que se generaron durante unos cataclismos cósmicos extremadamente violentos en los inicios del universo. Con su conocimiento del universo, y la tecnología disponible en 1916, Einstein supuso que esas ondulaciones sería «extremadamente pequeñas» y casi imposibles de detectar. Los descubrimientos astronómicos y los avances tecnológicos durante el último siglo han cambiado estas expectativas.
Ahora, por primera vez, científicos de la colaboración LIGO — con un destacado papel de científicos del MIT y Caltech — han observado directamente las ondulaciones de las ondas gravitatorias usando un instrumento terrestre. Al hacer esto, han confirmado de nuevo la Teoría General de la Relatividad de Einstein, y abren una nueva forma de observar el universo.
Fusión de dos agujeros negros Crédito: Simulating eXtreme Spacetimes
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