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El árbol de la pre-vida tiene dos raíces, 0 y 1, e infinitos linajes. El catalizador perfecto para la pre-vida es una cadena que mejora los índices de las reacciones químicas en su propio linaje (como se muestra en rojo para la cadena 0100). La catálisis parcial tiene lugar si una cadena cataliza algunas reacciones en su propio linaje (como se muestra en azul para la cadena 1000). Crédito de la imagen: Ohtsuki and Nowak.
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La capacidad de la vida de replicarse a sí misma es esencial para la evolución, aunque hasta el tipo de replicación más simple requiere un sistema relativamente complejo. Por tanto, ¿qué tipo de sistema no replicante podría haber servido como predecesor de la evolución, allanando el camino para la vida como la conocemos? La respuesta, de acuerdo a un reciente estudio, es un tipo de «pre-vida» – un sistema químico que puede llevar a la información y diversidad, y que es capaz de la selección natural y mutación, pero no tiene la capacidad de autorreplicarse.
En su estudio, Hisashi Ohtsuki de la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología y el Instituto Tecnológico de Tokio, junto a Martin Nowak de la Universidad de Harvard, han investigado cómo podría haber empezado la evolución. Tal y como explican los investigadores, el origen de la vida es una transición de la química a la biología, y ha sido ampliamente estudiado. Aquí, Ohtsuki y Nowak han presentado un modelo donde un sistema puramente químico (pre-vida) se hace más eficiente (pre-vida catalítica) y construye las secuencias necesarias para la replicación, dando como resultado final la vida. Publican su trabajo en un reciente ejemplar de la revista Proceedings of the Royal Society B.
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