Hace ya más de dos meses que no actualizo la web, pero no podía faltar a la cita anual del 27 de mayo, día en que Ciencia Kanija cumple su aniversario. Seguramente este sea el más atípico de los 6 años por los que esta web ha pasado, lleno de altibajos y ausencias y, sin embargo, aquí estamos, tanto vosotros como yo, pese a que seguramente muchos ya pensaban que no volvería a la actividad.
En este post no hablaré de estadísticas, lectores, cifras, comentarios, post, seguidores, suscriptores ni nada por el estilo. En estas breves líneas me gustaría simplemente hacer dos cosas.
Primero, daros las gracias por seguir ahí. Por vuestros mensajes de preocupación y ánimo, a los que no siempre he podido responder como me hubiese gustado. Durante este tiempo, por distintas razones, no he tenido tiempo ni ánimo para dedicar a la web. Dicen que el que mucho abarca poco aprieta, y así me he sentido durante ciertos momentos, desbordado por los compromisos y las responsabilidades, intentando abordar más tareas de las que podía. Llegado un momento, simplemente decidí que era suficiente y que había que cortar con todo, salvo lo esencial. Había dejado de disfrutar con la web, se había convertido en una obligación y no disfrutaba con la lectura, con la escritura, con lo que ha sido una pasión durante tantos años.
Sin embargo, con el tiempo, vuelvo a tener ganas de compartir este espacio con vosotros. De seguir leyendo, aprendiendo, escribiendo y hablando de ciencia junto a tantos amigos que han pasado por este rincón de Internet, y siguen pasando. Así que, lo segundo que quería deciros, es que Ciencia Kanija vuelve a la actividad tras este parón. Con calma, a mi ritmo, disfrutando de los artículos y buscando no volver a perder esa pasión que motiva que, tras seis años, todos estemos leyendo esto.
Gracias a todos