Robots y humanos siempre se han visto terminando como enemigos, ya sea luchando por trozos del presupuesto de la NASA o literalmente combatiendo en las historias de ciencia-ficción como «Matrix» y «Battlestar Galactica».

Ahora un antiguo historiador de la NASA y profesor de la Universidad Americana sugiere que el futuro de la exploración espacial podría perfectamente depender de una fusión de metal y carne.

En su nuevo libro «Robots in Space (Robots en el espacio)» (2008, The Johns Hopkins University Press) revisa las visiones competitivas de exploración espacial robótica contra humana, y concluye que no se llegará mucho más allá del Sistema Solar sin una u otra.

Eso significa que los humanos pueden necesitar sumergirse de nuevo en el dominio de la ciencia-ficción y transformase en algo nuevo, como un cyborg, para encaminarse a las distantes estrellas.

Qué falta

Los esfuerzos humanos dominaron los inicios de la exploración espacial debido a que las máquinas simplemente carecían de poder de cálculo. Incluso Arthur C. Clarke, el visionario autor de ciencia-ficción que fallecía recientemente, imaginó en un principio una red de satélites de comunicación geosíncrona como estaciones espaciales con operadores humanos a bordo.

El científico alemán y pionero espacial estadounidense Wernher Von Braun arrastró el apoyo del vuelo espacio tripulado desde la rivalidad de la Guerra Fría y los temas pioneros del Oeste Americano. La imaginación del público fue bombardeada con iniciales especulaciones sobre planetas como Venus y Marte albergando condiciones para la vida similares a las de la Tierra — algo que los exploradores robóticos demostraron más tarde que era falso.

«Ciertamente estamos interesados en el hecho de que ninguno de los padrinos del vuelo espacial que hablaron sobre volar en el espacio se centraron realmente en la vertiente robótica», dijo Roger Launius, encargado del Museo Nacional del Espacio y del Aire y coautor de «Robots in Space«.

Las capacidades robóticas mejoraron gradualmente y permitieron misiones robóticas más baratas que hicieran viajes a los planetas exteriores. Al mismo tiempo, los programas humanos cercanos a la Tierra tales como las lanzaderas espaciales o la Estación Espacial Internacional acumulaban miles de millones de dólares en costes imprevistos.

Muchos científicos apoyan ahora que apoyar misiones robóticas como alternativas más baratas a las misiones humanas, pero los defensores del vuelo espacial humano aún sueñan con devolver personas a la Luna y tal vez incluso ir a Marte.

No obstante, el apoyo para el sueño del vuelo espacial humano ha caído con el fin de la Guerra Fría y los pioneros del Oeste Americano desvaneciéndose en la memoria histórica. Eso deja un hueco en la imaginación pública que los robots aún tienen que rellenar.

«La carencia de una historia convincente asociada al vuelo espacial robótico indica que ese lado de la ecuación no ha sido tan bien desarrollado como el lado humano», dijo Launius.

Misiones suicidas

Launius y el coautor Howard McCurdy de la Universidad Americana argumentan que la NASA necesita revisar concienzudamente sus objetivos reales en la exploración espacial. Entre las cinco razones principales para ir al espacio — incluyendo el descubrimiento científico, las aplicaciones comerciales, seguridad nacional, prestigio geopolítico y supervivencia de la especie — sólo la última requiere indispensablemente humanos.

Tan franca aseveración es indicada inintencionadamente por la inteligencia artificial del Agente Smith en «Matrix», quien se burla diciendo: «Nunca envíes a un humano a hacer el trabajo de una máquina». Smith puede tener su razón a parte de su naturaleza malvada, ya que los robots se vuelven apoderados cada vez más baratos y seguros para las peligrosas misiones espaciales.

«Nadie dijo a Spirit y Opportunity [los Róvers de Marte] que estaban en una misión suicida», dijo Launius. «Si el objetivo es la ciencia, todo está correcto».

Los defensores del vuelo espacial humano, que quieren ver a gente abandonar la Tierra tienen una causa legítima, de acuerdo con los autores, pero necesitan discutir abiertamente su racionalidad en lugar de enmascararla.

«Si el objetivo es convertirse en una especie multiplanetaria, entonces tenemos que enviar gente en los vuelos», apunta Launius. «Debería que fuésemos un poco más honestos sobre este tema».

El patrocinio del vuelo espacial humano basado en la supervivencia de la especie sería difícil de vender, no obstante, y puede ponerse más difícil. Varias investigaciones nacionales y on-line han mostrado una tendencia donde los ciudadanos entre 18-24 años están ampliamente en contra de enviar humanos a Marte, citando razones como “demasiado lejos y demasiado dinero” y el riesgo para los astronautas.

Por otra parte, mucho adultos jóvenes expresan más entusiasmo en las misiones robóticas a Marte, tales como los róvers Spirit y Opportunity.

«Lo que encontramos es que la gente joven parece ser capaz de relacionarse con mayor facilidad las misiones robóticas, y por tanto entusiasmarse más con ellas», dijo Mary Lynne Dittmar, Presidente y CEO de Dittmar Associates, Inc., que llevó a cabo algunas encuestas.

Comprobación de la realidad

Tal vez lo único que pueda inspirar entusiasmo nuevo en la exploración espacial provenga de los hallazgos de nuevos planetas similares a la Tierra, alrededor de otras estrellas, de acuerdo con Launius y McCurdy.

No obstante, ni los humanos ni los robots pueden intentar ese viaje interestelar aún. Los robots carecen de la potencia mental y flexibilidad para llevar a cabo misiones distantes lejos de operadores humanos, mientras que los humanos se mantienen vulnerables a los efectos de la radiación espacial, envejecimiento, y otros riesgos físicos del viaje espacial.

Una solución puede provenir de las visiones futuristas como las de Ray Kurzweil, quien ve a los humanos y robots fusionándose finalmente para combinar los mejores rasgos de ambos. Esto no es completamente una fantasía.

«En el proceso de mejorarte tecnológicamente, finalmente te convertirías en un cyborg», dice Launius, gafas para leer, ayudas para el oído, marcapasos, e implantes de cadera son ejemplos de ayudas tecnológicas que la gente usa a diario. Launius y McCurdy también apuntan que la NASA llevó a cabo estudio sobre tecnologías cyborg en los años 60.

La idea de híbridos humano-robot es popular en la ciencia-ficción, y más recientemente en el aclamado espectáculo “Battlestar Galactica». La serie describe a humanos luchando por su supervivencia contra robots Cylons, pero también examina lo que sucede cuando ciertos modelos Cylon tienen partes biológicas y parecen humanos.

«Los humanos del espectáculo ven a los Cylons como máquinas y no como entidades que deberían merecer parte de nuestra compasión o preocupación», observó Launius. Eso permite a los humanos justificar el asesinato o la tortura de los Cylons, aunque la línea entre el humano y el Cylon se ha hecho más difusa conforme se entre en la cuarta y última temporada.

Por lo que la cuestión real puede no ser si la humanidad alcanzará las estrellas, sino qué necesita para lograr hacerlo.


Autor: Jeremy Hsu
Fecha Original: 28 de marzo de 2008
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